La exacerbación del linaje, la obsesión por la sangre limpia, el temor a la infiltración y al contagio atraviesan ideológica y socialmente todo el “problema morisco” y marcan no pocos aspectos de la historia de la España altomoderna.
Artículo de Mercedes García-Arenal (ILC-CSIC) y Gerard Wiegers (Univ. Amsterdam)